Control Obrero: El trabajo en el pensamiento económico de El Che



Barquisimeto, 03 de Octubre de 2019. www.obrero.web.ve "Para el Che la clase trabajadora es la que hace la historia día a día mediante el trabajo y la lucha cotidiana."


Che sentó las bases para una teoría del período de transición al comunismo cuyo sistema de dirección económica sustenta la posibilidad de edificarla nueva sociedad de un país subdesarrollados por caminos legítimamente revolucionario. Este sistema considera que la palanca fundamental de la construcción del socialismo en la sociedad humana debía ser de los estímulos morales, “… sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social”. Modelo que permite, a su vez, desarrollar constantemente la propia teoría como única vía para crear una ciencia marxista – leninista del período de transición útil a cada práctica revolucionaria.

El Che afirmaba que la ideología establece las metas, y la ciencia puntualiza las posibilidades de alcanzarlas y estructura las vías de hacerlo. Nadie puede hacer ciencia de lo inexistente; por ello la ideología y la conciencia de lo que se quiere superar desempeñan un papel importante.

Concibió al trabajo como una necesidad moral y dijo que debía ser algo al cual se vaya cada mañana, cada tarde o cada noche con entusiasmo e interés renovado.
Precisamente en un discurso pronunciado el 21 de agosto de 1962, en el acto de homenaje a trabajadores destacados, igualmente expresó: “Tenemos que aprender a sacar del trabajo lo que tiene de interesante o lo que tiene de creador, a conocer el más mínimo secreto de la máquina o del proceso en el que nos toca trabajar.”

Según detalló el Che en otro de sus discursos, exactamente el 11 de enero de 1964, la actitud de un revolucionario frente a la vida es mostrar con el ejemplo el camino que hay que seguir, es llegar a las masas con el propio ejemplo, cualesquiera que sean las dificultades del camino por vencer.

Y él llamó a los trabajadores de vanguardia a contagiar a todos los que estaban a su alrededor a hacer que imperase el espíritu de ir hacia delante y vencer todos los obstáculos.

Consecuente con lo que fuera capaz de proclamar actuó el Che como activo constructor de la sociedad socialista en Cuba.

Fue un infatigable trabajador no sólo cumpliendo a cabalidad las responsabilidades que le fueron encomendadas sino también al realizar diversas jornadas voluntarias en la construcción, en áreas cañeras, en zonas portuarias y en centros industriales.

Y un ejemplo elocuente de ello es que tanto el Che como otros de los principales dirigentes del Ministerio de Industrias recibieron en unión de un grupo de trabajadores, el certificado de trabajo comunista por haber laborado durante el primer semestre de 1964 un total de 240 horas de trabajo voluntario como mínimo en el citado período.

En esa oportunidad al hablar en el acto efectuado en La Habana el 15 de agosto de 1964, el Che destacó la trascendencia que tenía esa nueva actitud ante el trabajo que se ponía de manifiesto en el seno de la sociedad cubana Y en ese instante significativo de la Revolución Cubana, también patentizó algo que a través del tiempo ha tenido plena vigencia y significación, puesto que él resaltó que todavía los días difíciles no habían pasado, ni en el terreno de la economía, ni en lo que respecta al peligro de otras agresiones militares. E igualmente aseveró con particular relevancia: “Son días verdaderamente difíciles, pero dignos de ser vividos.”

Credito: Radio Rebelde Cuba.

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