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Nuevamente el imperialismo
norteamericano desata una ofensiva contra los pueblos del continente
latinoamericano, la cual tiene su justificación en la crisis general del
sistema capitalista, y el consecuente reacomodo y repartición del mundo por
parte de las grandes potencias capitalistas imperialistas como EEUU, Europa,
China y Rusia.
La gran disputa mundial por al control del comercio
internacional, de las grandes rutas del mercado y del posicionamiento de las
economías regionales son características comunes de estos emporios
internacionales de la burguesía. El Expansionismo de las grandes potencias para
asegurarse materia prima y fuerza de trabajo barata y sin regulaciones, así
como libertad plena de movilización de productos de exportación sin
limitaciones, se convierten en parte de los intereses fundamentales que mueven
a estos países.
En el caso del imperialismo Yanqui,
este tiene sus peculiaridades que lo hacen moverse con mayor rapidez en el
escenario internacional. Para el año 2020, según los especialistas, se avecina
una crisis mayor a la del 2008, la cual se asoma con algunos indicadores
importantes como la inmensa deuda pública de EE UU, la acelerada pobreza, el
inmenso gasto militar, el agotamiento de las reservas energéticas propias,
entre otras situaciones, han hecho que sectores adversos al gobierno de Donald
Trump, hayan logrado su enjuiciamiento político. Todo esto a pesar de la mejora
en algunos indicadores macroeconómicos pero que no representan beneficios para
la sociedad y el pueblo norteamericano.
Bajo la doctrina Monroe “América para
los americanos” y ante una inminente crisis financiera, es lógico que el
imperialismo norteamericano busque asegurar en algunos casos y afianzar en
otros, sus principales fuentes de aprovisionamiento de materia prima,
minerales, combustible y mano de obra barata. Además de esta necesidad del
imperialismo norteamericano, las clases burguesas se caracteriza en su
concepción filosofía, entre otros aspectos, por la discriminación racista y
étnica contra los pueblos del mundo.
Su gran herramienta de intervención
en lo económico, está representado por el Fondo Monetario Internacional, quien
suministra recursos a las economías en crisis para al final apoderarse de
ellas, imponiendo sus recetas económicas, en desmedro de las condiciones de
vida y trabajo de las grandes mayorías.
Así entendemos como, el Departamento
de estado de los EE UU a través del Comando Sur, ha dirigido todas las
políticas de intervención en cada uno de los países de América latina. Desde el
permanente asedio a Cuba, Nicaragua y Venezuela, como las incursiones y
desplazamiento de gobiernos progresistas o nacionalistas como Honduras, Brasil,
Argentina, Ecuador y Bolivia.
Hoy los pueblos de América latina
están dando una lección al mundo: Rechazamos al Fondo Monetario Internacional y
sus medidas, Rechazamos las políticas fascistas y racistas de la derecha
internacional y sus lacayos connacionales.
Mediante multitudinarias movilizaciones, a pesar de la represión, la
tortura, la persecución y la muerte el proletariado ha dicho basta y junto a
campesinos, indígenas, estudiantes, amas de casa, profesionales y clase obrera
están dando una respuesta contundente al imperialismo.
Comenzando por las huelgas de los mineros en Peru, la huelga de los trabajadores de la empresa de Correos en Brasil, la inmensa movilización de los pueblos indígenas del Ecuador, los 30 días de movilización de todo el pueblo chileno, la movilización anti golpe de estado en Bolivia, la derrota del macrismo en Argentina, la huelga general convocada por los obreros en Colombia y las inmensas movilizaciones del pueblo de Haiti, así como otros escenarios de protestas de los pueblos en el mundo, decimos que urge una vanguardia revolucionaria, no
autoproclamada, sino emergente de las mismas organizaciones que hoy se
movilizan, para coordinar un inmenso movimiento continental revolucionario que
frene las políticas golpistas del gobierno de EE UU.
En Venezuela, el imperialismo
norteamericano y sus operadores políticos tratan de reimpulsar sus planes
golpistas, aprovechando el contexto político social de la convulsionada América Latina. Pero no podrán entender que los pueblos, hoy más que nunca, tienen
claridad en la lucha contra el enemigo de clase principal representado por el
Imperialismo Norteamericano y sus lacayos. El proceso Bolivariano dirigido y orientado
por el Comandante Chávez y continuada por el compañero presidente Nicolás
Maduro, ha probado una buena parte de las estrategias de golpismo diseñadas por
el departamento de estado y la CIA, y en todas ha salido triunfante el pueblo
venezolano. Mas, sin embargo, nunca se debe bajar la guardia contra un enemigo
tan poderoso y herido como el imperialismo, llamamos al pueblo venezolano a
estar alertas ante esta nueva ofensiva de la derecha venezolana.
Desde la Corriente Sindical Marxista Leninista
hacemos un llamado a los obreros, campesinos, comuneros, estudiantes,
profesionales, movimientos culturales, populares, profesionales a cerrar filas
por la defensa de la soberanía nacional y en contra de la agresión
imperialista. Los problemas internos de nuestro país lo resolveremos los
venezolanos, no necesitamos de tutelajes externos fascistas y sanguinarios.
Constituyente para Chile, fuera Piñera y el pinochetismo!
Todo el poder al pueblo originario de Bolivia, fuera el imperialismo y su fanatismo religioso!
Contra el narcouribismo colombiano, máxima organización revolucionaria!
No mas conciliación en Ecuador, ninguna tregua a Moreno!
Ante el neofascismo bolsonarista en Brasil, unidad y movilización revolucionaria!
Por la profudizacion del programa revolucionario en Uruguay y Argentina!
Todas la fuerzas de America Latina para HAITI!
No mas perdón a la burguesia venezolana!
Por la unidad Obrera, campesina y
Comunal
Por el control obrero de los medios
de producción
Expropiación a la burguesía
conspiradora y lacaya del imperialismo norteamericano.
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